LA INVENCIÓN DE MOREL (1940), ADOLFO BIOY CASARES

Publicada por la editorial Losada en 1940 y escrita por el argentino Adolfo Bioy Casares, La invención de Morel se ha convertido desde entonces en una de sus más importantes obras y en un título referente de la literatura de ciencia ficción en castellano. Dicha obra contó con el prólogo de Jorge Luis Borges, el cual tras sus analíticos y metafóricos rodeos la calificó de perfecta. Además, el diseño de la portada de aquella edición estuvo a cargo de Norah Borges.

El libro está escrito en primera persona, a modo de diario o cuaderno de bitácora donde el protagonista relata una serie de suscesos que tienen lugar en una isla desierta en la que se retiró voluntariamente a modo de fuga. El nombre del protagonista no se da a conocer, de él solo sabe el lector que se exilió de Venezuela puesto que la policía de ese país emprendió una persecución en su contra. Un italiano comerciante de alfombras le comentó al fugitivo que existía una isla que tenía algunas construcciones hechas por el hombre, como un museo y una piscina, pero que el lugar era inhabitable a causa de una enfermedad que había acabado con todos sus pobladores. Nuestro protagonista hace caso omiso de dicha amenaza y decide aislarse en la isla. La novela comienza cuando el fugitivo ya ha llegado a la isla y comienza a percatarse de que en aquellos lugares donde esperaba vivir tranquilo por mucho tiempo, arribaban unas personas para usurparle el museo y los demás espacios. La trama de la novela comienza a centrase, entonces, en quiénes son estas personas y cuánto durarán en aquella isla, mientras el narrador se siente bastante perseguido, por lo que se mantiene oculto a la mirada de estos navegantes. Sin embargo, la presencia de una mujer entre la muchedumbre le llama la atención a tal punto que se termina obsesionando con ella. Su nombre es Faustine, pero al parecer tiene otro pretendiente. Este se llama Morel y es aparentemente un científico al que además le gusta jugar al tenis. Mucho comienza a temer el fugitivo, desde su posible descubrimiento por parte de un plan que cree se trama en su contra hasta el robo de su nueva obsesión llamada Faustine. Sin embargo, sucede que, si bien él intenta ocultarse lo mejor que puede de aquellos navegantes, cuando estos tienen la posibilidad de descubrirlo, parecen empeñarse en ignorarlo, hasta la hermosa Faustine. Ese hecho llama la atención de este hombre, hasta que llega el momento en que descubre qué es lo que sucede realmente con aquellas personas y cuáles son los sucesos que tiene la posibilidad de presenciar en aquella isla.

La invención de Morel es un libro diferente a los de su época. Al principio puede resultar algo tedioso y confuso, pero hacia el final la historia va cerrando la innumerable cantidad de cabos que venía dejando sueltos hasta el momento. Pero lo impactante no es solo la verdad detrás de lo que vive el fugitivo, sino también la decisión que toma después de conocerla, sobre todo, por el amor que siente hacia la bella Faustine.